Centro de Estudios Vascos
Centro Vasco de Laprida (prov. de Bs. As.)
Textos de César Arrondo

Euskalherria: Nación o región
Los Fueros Vascos
Sabino Arana
E.T.A.
José Antonio Aguirre
Arturo Campion
Aberri Eguna


Asociación Diáspora Vasca
Textos de Daniel C. Bilbao

La Diáspora Vasca
La Solidaridad Vasca con Josu Lariz Iriondo






Arturo Campion es un Centro de Estudios organizado por el Centro Vasco de Laprida, pero del que forman parte personas de CC. VV. de todo el país.
Su objetivo es nuclear a personas que trabajen por la cultura vasca. Se encuentra integrado por historiadores, gente de ciencias políticas, antropólogos, persona que trabajan en radio difundiendo la cultura, etc. Además, cuenta con un consejo asesor formado por cuatro profesores de la Universidad del País Vasco.
Sus integrantes se reúnen tres veces al año: en marzo/abril en ciudad de Laprida, en el mes de julio en Buenos Aires y en octubre/noviembre donde se realice la Semana Vasco-argentina.
Este año se publicará una revista académica con los trabajos de investigación realizados por este Centro de Estudios y también otros trabajos de Euskadi.


EUSKALHERRIA: ¿NACION O REGION?
El país vasco o Euskalherria se encuentra montado sobre los Pirineos, con límites naturales muy precisos: los ríos Ebro al sur, y el Adur al norte. La totalidad de su territorio es de unos 20.524 km2, de los cuales 2979 km2 corresponden a Iparralde (vascos del norte de los Pirineos) y 17.685 km2 a Hegoalde (vascos del sur de los Pirineos).
Si realizamos una comparación con nuestra Patria Argentina, podemos concluir que la superficie total del país vasco, es menor al de la más pequeña de nuestras provincias: Tucumán, cuya superficie total es de 22.524 km2.

A partir de la conformación de los Estados modernos, Euskalherria se encuentra asentada sobre dos Estados: (Francia y España). En este sentido, se la puede dividir en dos grandes bloques:
IPARRALDE: (País vaco del norte), ubicado en el Estado francés, donde podemos diferenciar tres Territorios Históricos (provincias): LAPURDI, BENABARRA y ZUBEROA, con una población aproximada a los 300.000 habitantes en la actualidad. Euskadi norte (Iparralde), es mayoritariamente una región rural, salvo la costa que ese encuentra mayormente urbanizada.
HEGOALDE: (País vasco del sur), forma parte del actual Estado español, donde se encuentran asentados los cuatro restantes Territorios Históricos (provincias): BIZKAIA, GIPUZKOA, ARABA, Y NAFARROA. Es importante destacar que en Hegoalde (Euskadi sur) viven unos 2.600.000 vascos, por lo tanto hay mayor actividad económica y urbanización, destacándose entre ellas: DONOSTIA, BILBO, GAZTEIZ, IRUÑA.

El país vasco, hunde sus raíces en la prehistoria, donde se encuentran testimonios que certifican científicamente esta presencia desde la etapa considerada pre sapiens, el Paleolítico Inferior (edad de piedra) con asentamientos en todo el territorio del país. Nos estamos refiriendo a una época que se remonta a unos 150.000 años atrás, de donde surgen testimonios probadores de esta presencia las hachas de silex. Más adelante en el Paleolítico Medio y hasta llegar a los 90.000 años, en plena glaciación, hace su aparición el Hombre de Neandertal, del cual han llegado hasta nosotros restos fósiles ubicados en: ISTURITZE y LEXETXIKI. El último estadío de la edad de piedra, el Paleolítico Superior, se desarrolla entre los años 35.000 y 8.000 antes de nuestra era. Es en este momento, cuando los hombres ante el cambio de clima bajó a los valles del país vasco, y emergió una nueva especie: EL SAPIENS - SAPIENS, de esta se desprende el hombre de Cromagñon, que inició una evolución autónoma hacia el "Tipo Vasco" con características raciales específicas descriptas por los antropólogos.
Estos hombres trabajan la piedra en su forma más evolucionada, también el marfil y el hueso, y son los creadores del primer arte figurativo y simbólico de la historia de la humanidad. En este sentido, en Euskalherria hay más de sesenta lugares con señales claras de ocupación para este período, la mayoría de ellas son cuevas o abrigos rocosos no muy alejadas de la costa ya escasa altitud. Los que allí vivían eran cazadores que en grupos se desplazaban, con el fin de conseguir las piezas para obtener carne de consumo, pieles para abrigos y cuernos para la construcción de utensilios. Los animales más requeridos eran el ciervo, el reno en las zonas frías, y el bisonte y el caballo, y las cabras en los espacios más abiertos. Esta probado científicamente, que estos primitivos habitantes del país vasco, dos veces al año y en grupo, se dirigen hacia los lugares donde pueden encontrar las especies antes mencionadas con el fin de abastecerse.

Otra señal fundamental de la cultura vasca y que forma parte de su particular cultura, como así también de los derechos históricos que le asisten al pueblo vasco, es su idioma: El Euskera, singular lengua de la Europa actual, de la cual se desconoce su origen, al no encontrarse emparentado con ninguna de las líneas lingüísticas tradicionales del viejo continente. En tal sentido, en la incansable búsqueda de su origen se ha vinculado al Euskera como cercano a lenguas caucásicas, llegando inclusive a vincularla con el idioma de los beréberes del norte de África. Lo que si podemos afirmar, es que esta probado científicamente que hace unos 7.000 años antes de nuestro presente, había en la zona de los Pirineos personas que ya hablaban este idioma que ha sido comunicado de generación en generación, quedando como el único testimonio de la prehistoria europea en la actualidad, resistiendo inclusive todo tipo de de invasiones, a través de estos 7.000 años, dejando penetrar infinidad de elementos extraños para designar las cosas, pero manteniendo su personalidad.

A decir de los pensadores modernos, se define a una NACION a aquella que contiene un conjunto de particularidades, entre los cuales están los factores físicos como el territorio, la integración económica o los elementos constitutivos del medio (la raza) y factores psíquicos como la cultura, la religión, la lengua.
Con algunas diferencias, esta ha sido, por lo general, la lectura del concepto de NACION hecha por liberales y marxistas: pero todos estos factores tienen multitud de modificaciones y matizaciones: por ejemplo la lengua propia, unos de los agentes más importantes de cohesión de una NACION por excelencia, muchas veces dejada de lado, con lo cual resulta FUNDAMENTAL mantener e incrementar el uso del Euskera, porque este constituye la señal particular y diferencial de la NACION VASCA.

Por los argumentos antes expuestos, es que debemos tomar plena conciencia de la diferencia entre la idea de: REGION y NACION:
La región: corresponde para la designación de un espació geográfico determinado dentro de un Estado o Nación, como por ejemplo en nuestro país, la región patagónica, la del noroeste, la de cuyo, donde cada una de ellas tiene sus particularidades culturales y hasta étnicas, pero nadie en esas regiones discute que todos forman parte de la Argentina, o sea que son NACIONALMENTE ARGENTINOS. En el caso de España, también existen las regiones, como por ejemplo: los aragoneses, los valencianos, los andaluces etc., donde también existen particularidades culturales y de costumbres, pero ellos se consideran más allá de su regionalismo, NACIONALMENTE ESPAÑOLES.-
En el caso de los vascos, habría que hablar de NACION VASCA, porque los antecedentes culturales y étnicos, como así también su propia historia así lo determinan. EUSKALHERRIA no es una REGION, porque el pueblo vasco es anterior a la conformación de Francia y España. En este sentido, si queremos dar un plus mayor a las pretensiones francesas, podemos ubicar su origen con la instauración del reino de los francos en el año 800 dc, con la coronación de Carlomagno como rey de los francos. En el caso de España, podríamos tomar como origen el comienzo de la reconquista, o la denominación que los romanos hacían de la provincia española un poco antes del origen de nuestra era. Estas cifras debemos contraponerlas con los 7.000 años comprobados científicamente de que un pueblo muy particular como es el vasco ya hablaba el EUSKERA en la zona de los Pirineos.


Por lo antes dicho, no nos debe quedar dudas que el pueblo vasco, constituye una NACION, y como lo ha reafirmado nuestro Lehendakari Ibarretxe, la NACION VASCA tiene derecho a su AUTODETERMINACION.
Es más, en nuestro país con el fin de subsanar posibles confusiones, a mitad del siglo XX se funda la FEVA (Federación Vasca de la República Argentina) cuya finalidad es agrupar a los Centros Vascos en una organización de segundo grado propia, para evitar que los centros vascos se enrolaran en las organizaciones de segundo grado que agrupan a los centros u organizaciones regionales de Francia y España. Para dejar en claro el concepto de que EUSKALHERRIA es una NACION, la FEVA en el artículo tercero de sus Estatutos manifiesta: que la misma procurará unir las fuerzas vascas y vasco argentinas para el mejor reconocimiento de EUSKADI o EUSKALHERRIA constituida por ARABA, BENABARRA, BIZKAIA, GIPUZKOA, LABURDI, NAVARRA y ZUBEROA. Como así también la defensa de: LOS DERECHOS IMPRESCRIPTIBLES DEL PUEBLO VASCO, que tienen como fin último la instauración de mayores escenarios de AUTODETERMINACION, hasta llegar a la unidad de EUSKALHERRIA como ESTADO INDEPENDIENTE.-



LOS FUEROS VASCOS
Los fueros vascos, son un conjunto de leyes y normas que servían para regular la vida política, económica y administrativa de Euskalherria desde tiempos inmemoriales. Estos fueros, eran una especie de usos y costumbres no escritas, que reglaban entre otras cosas la utilización de las aguas comunes, los bosques y el uso la tierras, como así también proporcionaban pautas para la organización administrativa y política del pueblo vasco. Cuando España y Francia comenzaron a accionar contra las libertades del País Vasco, pasaron a ser escritas. En este sentido, estas "leyes viejas" reglaban la vida de sus habitantes, y posibilitaban una cordial convivencia entre sus miembros, fueron necesariamente codificadas.

La historia, nos proporciona algunos datos sobre los fueros vascos, los cuales aparecen en forma escrita ya en 1332 en Araba, en 1457 en Guipúzcoa, en 1514 en Laburdi, en 1520 en Zuberoa, y en 1527 en Bizkaia. En cuanto a Navarra, existen diversos documentos que dan testimonio que los mismos eran utilizados como norma corriente entre los siglos VIII y XIII. Mientras que en la Navarra de Iparralde (Be Navarra), los fueros se pueden datar en forma escrita desde 1608.

En la antigüedad, los vascos se gobernaban por medio de los fueros, o sea por los usos, costumbres y tradiciones que provenían desde tiempos lejanos. Cuando se producen las anexiones de los Territorios Históricos de Hegoalde a Castilla y en Iparralde a Francia, se tomó como norma compendiar la normas en forma escrita. Todos los reyes de Francia y España respetaban los fueros vascos (pase foral), hasta que llegó el momento de su abolición en el siglo XVIII en Iparralde (País Vasco de norte), con la Revolución Francesa, y la conformación de un Estado centralista, y en el siglo XIX en Hegoalde (País Vasco de sur), con motivo de la finalización de las Guerras Carlistas.

Los fueros, se encuentran comprendidos por un gran numero de apartados, que establecen los principios económicos, jurídicos y administrativos que sostenían la soberanía de Euskalherria.
Cuando los vecinos de los vascos: (España y Francia), comenzaron a legislar con el fin de interferir en el cuerpo social vasco, los fueros pasaron a constituir la única forma de frenar el avasallamiento de la identidad de nuestra Nación Vasca.
Después de la finalización de Primera Guerra Carlista (1839), los fueros serán modificados por primera vez en Hegoalde, y con la Revolución Francesa y la constitución de un Estado unitario y centralista en Francia, se produce la desaparición de los fueros vascos en Iparralde.
En cuanto a Hegoalde (País Vasco del sur), al finalizar la Primera Guerra Carlista en 1839, se propone la modificación de los fueros, sin perjuicio del mantenimiento de la unidad territorial de la Monarquía.

En Navarra, el parlamento se dirigió al ejecutivo español, y tras un pacto plasmado en la llamada "Ley Pacionada" (16 de agosto de 1841), se firma el recorte de los fueros, perdiendo la independencia estos territorios vascos, y quedando separada Navarra de los otros tres Territorios Históricos de Hegoalde, convirtiéndose todos, en provincias españolas.

Los vascos, se involucran nuevamente en la Segunda Guerra Carlista, y tras la derrota del ejército carlista, el 21 de julio de 1876, los fueros vascos eran definitivamente abolidos. En adelante, se trasladan las aduanas a la costa, se debe pactar un concierto económico, y contribuir con hombres al ejercitó, como así también con dinero a las arcas del Estado.

El siglo XIX, se transforma en un momento de gran decadencia del patriotismo y de la moral del pueblo vasco, donde la burguesía adopta formas de producción capitalistas y referencias del liberalismo, dejando de lado las antiguas instituciones vascas, y sus principios culturales y morales.
La lucha por los fueros, envolvieron al pueblo vasco en una guerra que no fue la suya, la carlista, donde no nos consta que "Don Carlos" haya manifestado alguna vez que devolvería los fueros al pueblo vasco.

Será Sabino Arana, quien despeje esta duda, cuando en la "tenida" que tendrá lugar en la casa de Abando en la primavera del año 1882, y a sugerencia de su hermano Luis, descorra el velo de su ignorancia, que le había permitido considerarse "carlista por accidente", y descubra que los vascos, son vascos y no españoles.

Esta revelación, llevará a Sabino Arana a estudiar la historia de su pueblo, el Euskera, y la leyes. De este último estudio, Sabino aclarará a su pueblo la diferencia entre los fueros vascos y los otros fueros. En este sentido, Sabino afirma: que es erróneo e impropio designar como fueros a las viejas instituciones del país con libertad originaria, creadas libremente y con soberanía y potestad por ellos mismos y para ellos mismos, sin ingerencia de ningún poder extraño. Además, estas leyes viejas llamadas fueros, son anteriores a la existencia de España, mientras que los fueros de las otras regiones de España tenían un origen en los reinos nacidos como consecuencia de la reconquista española.

Para finalizar, Sabino afirma: que el fuero vasco es el verdadero separatismo, con lo cual volver a los fueros significa volver a ser absolutamente independientes de España, con un gobierno propio y fronteras internacionales.
Es inexacto, escribe Sabino Arana, decir que el gobierno español ha derogado los fueros vasco-navarros, lo exacto y preciso es decir que : "España ha conquistado y sometido en el siglo XIX al pueblo vasco".
La lucha por los fueros, fue una constante en diversos sectores de la sociedad vasca, pero lamentablemente, muchas veces dio lugar a una confusión, que hacia perder de vista el objetivo final, que era no quedar enredado en las diferentes artimañas del centralismo francés y español.-

Hoy, la lucha se plantea en la búsqueda de nuevos escenarios de autogobierno, como los ha planteado el gobierno tripartido de Euskadi, donde los fueros son una importante referencia como testimonio histórico, que sirve para demostrar que nuestro pueblo vasco, ejerció su soberanía desde tiempos muy remotos, y que está en las manos de sus ciudadanos en la actualidad, decidir cual será el futuro de la Nación Vasca. Nosotros creemos que en su mayoría, las ciudadanas y ciudadanos vascos, se encuentran persuadidos en que una forma de reivindicar la existencia de esas "Leyes Viejas", es apostar a una natural y gradual mudanza hacia nuevos escenarios de autogobierno, lo que reafirmaría que la Nación Vasca se encuentra en movimiento hacia su destino de paz e independencia.



LA DIASPORA VASCA
(artículo de opinión publicado el 16-06-2004 en el diario Gara)
Foro de debate, diáspora vasca y construcción nacional. El escritor vasco argentino Daniel Bilbao expresa su opinión crítica sobre la realidad de las euskal etxeas y su articulación con Euskal Herria (en Gara)

(Por Daniel Bilbao, periodista, escritor y miembro fundador de la Asociación Diáspora Vasca)

Desde hace tiempo, se proclama a la diáspora como el «octavo herrialde». Desde Lakua, se le echan loas, se subvenciona a los amigos y a eso se lo llama «relaciones con la diáspora». Apoyada en una concepción bonapartista, una deliberada estrategia de desinformación y despolitización devino a lo largo del tiempo en una diáspora ausente, desinformada y descomprometida, ligada a Euskal Herria sólo por una tibia concepción étnica y cultural. Menos de 20.000 socios de euskal etxeas para una diáspora de millones. Al calor de las nuevas tecnologías y el incremento en las posibilidades de intercambio y comunicación, un mutuo descubrimiento creó nuevos espacios, necesidades y demandas. Hoy, la diáspora vasca puede cumplir un importante papel en la creación de consenso internacional favorable a la causa de los derechos de Euskal Herria. Para cumplir este rol, comienza a asumirse realmente como «octavo herrialde» y aspira a tener el derecho de participar.
Los ilusionantes días del acuerdo de Lizarra-Garazi posibilitaron la creación de un instrumento que ha sido decisivo en la nueva situación que se vive en la diáspora: Udalbiltza, la primera institución nacional. El plantemiento unitario, la pluralidad, el proyecto entusiasmaron a muchos. Pero esta amplitud democrática chocó con una rémora: la diáspora vasca tiene un sistema de representación y un modelo de gestión obsoletos. Prácticamente no existen espacios plurales en el marco de una colectividad minúscula y subvencionada, atada a una dependencia financiera y partidaria. Tanto Udalbiltza como ahora el Foro Nacional de Debate, han valorado positivamente el papel de la diáspora. En su diagnóstico, el Foro destaca que «La diáspora vasca desea participar en el proceso político abierto en la tierra de sus ancestros». Es hora, entonces, de abrir espacios para una nueva diáspora, informada, independiente, democrática y com- prometida, en condiciones de aportar al debate y a la construcción nacional.
Los problemas que se plantea el Foro Nacional de Debate tienen su correlato en la diáspora. En la «Propuesta para la Construcción Nacional», se señala como una debilidad la «ausencia de una autoridad política nacional vasca, o una institucionalización muy limitada». Esta realidad se refleja en los países donde se afincan vascos y descendientes de vascos, en la unilateralidad con que se ejerce la representación colectiva, ya que el sistema de euskal etxeas se rige por una legislación proveniente de la CAV y a ella deben someterse vascos provenientes de Nafarroa e Iparralde. La falta de una información amplia y adecuada en la diáspora facilita el consumo de un discurso único y oficial, en el que están ausentes cuatro territorios y omnipresente un solo partido político. Una nueva mirada en la diáspora advierte con creciente claridad este escenario y comprende la importancia de la integridad territorial y de una representación plural, democrática y soberana. Su correlato es la voz nueva de otra diáspora, que viene a abrir ese espacio plural en el que quepan democráticamente todas las voces.
Para que la diáspora pueda contribuir a la construcción nacional es necesario plantear un proyecto amplio, democrático y comprometido con Euskal Herria. Así como para la diáspora, Udalbiltza ­ojalá que reunificada cuanto antes­ es la gran referencia, el Foro Nacional de Debate es el espacio donde volcar sus propuestas para integrarse al proceso de construcción nacional. En este marco de relaciones, participación y colaboración, la diáspora podrá ser cabalmente un «octavo herrialde», y como tal, tener voz y voto a la hora de levantar la casa nacional justa y soberana a la que aspiramos.